No es que no me guste, pero está colgado arrinconado, casi tapado por la cortina.
Comenzó como algo abstracto, yo quería pintar algo abstracto y puse óleo de un color y otro, y otro… Veía en él una cascada con una pasarela y seguí agregando óleo hasta que quedó una gruesa capa de pintura que yo seguía viendo como una catarata y una pasarela.
El profesor me dejaba hacer hasta que le pregunté que le parecía.
- Es demasiado material – dijo – Hay que quitar…
- ¿Cómo?- pregunto
- Con una espátula –
Emparejé aquí y allá, mi catarata de óleo seguía espesa “Catarata al fin” pensé.
- No- me dijo –Hay que quitar más…
- A ver…- contesté
Él tomó una tarjeta teléfonica vencida y comenzó a arrastrar mientras limpiaba en un trapo el óleo sobrante. Hacía trazos con maestría, rápidos y precisos. Mi catarata desapareció… Lo hizo más veces, aquí y allá. Y allá se fue la pasarela también. El profesor estaba ensimismado en quitar óleo. En verdad era mucho…
Al fin terminó. Atenta y respetuosa por su trabajo no dije nada.
-Sí, quedó bien- dije dudosa, pero pensando: “Es una niña en la cama con muchas frazadas mirando por la ventana… Está enferma..”
- Si te gusta lo firmo-
- Sí, por favor -
Lo conservo porque lo reformó mi profesor y por su valiosa firma…
No es que no me guste, pero siempre que lo miro recuerdo la catarata y la pasarela mías y sigo viendo esa pobre niña enferma que seguramente estará mirándolas por la ventana…
Por eso está colgado pero arrinconado y casi tapado por la cortina.
2-11-2014
Cambió por completo tu obra. Besicos
ResponderBorrarjajaja... Así es, muy apasionado el profe pero aprendí mucho! Besos
ResponderBorrar